Beneficio: La semilla vuelve a ser revalorizada como un alimento de gran valor alimentario por sus propiedades y características nutricionales, su valor de saciedad, su contenido de proteínas, ácidos grasos esenciales y fibra alimentaria. Si bien a través de la historia, el consumo promedio de semillas ha ido disminuyendo, hoy vuelve a ganar protagonismo gracias a su contenido nutricional de: grasas insaturadas (Omega 3, 6 y 9), vitaminas del complejo B y E, minerales como el calcio, magnesio, fósforo, potasio, zinc, cobre, manganeso, entre otros.
El mix de semillas se compone de fibra fermentable o no fermentable. Esta última fibra no es digerible por parte del sistema digestivo humano y produce distintos efectos beneficiosos como disminuir la velocidad de vaciado gástrico, aumentar el volumen final de la materia fecal y aumentar la motilidad intestinal. Por otro lado, la fibra fermentable, tiene la función de retener agua y formar geles, formando una barrera para las enzimas desacelerando la descomposición de los carbohidratos complejos en azúcares, aumentando la sensación de saciedad por el aumento del volumen de los hidratos y la viscosidad en el intestino; lo que conlleva a una digestión más eficiente, prolongando la sensación de saciedad.